La pandemia del COVID-19 ha evidenciado cuatro retos en el sistema de salud actuales. 1. Incrementar el volumen de tratamiento; 2. Mejorar los resultados de los pacientes; 3. Proteger la salud de los médicos y enfermeras; 4. Mejorar la calidad de la atención sanitaria.
Para cumplir con cada uno de estos retos es necesario mejorar la eficiencia en los servicios sanitarios, un requisito que se está abordando a través del creciente uso de la atención a distancia.
Necesidad de reducir las estancias hospitalarias
The benefits of remote patient monitoring (RPM) can be broadly divided into two categories: patient benefits and provider benefits. Patient benefits are largely psychological, eg reassurance and Los beneficios de la atención a distancia de los pacientes se pueden dividir en dos categorías: los beneficios para los pacientes y los beneficios para el personal clínico. El valor para el paciente son la tranquilidad, el empoderamiento y la personalización del servicio de atención, mientras que el valor para personal clínico se relaciona con la eficiencia y la eficacia del proceso sanitario. Ambos contribuyen a un beneficio general: un menor número de pacientes en el hospital y una mejora en la calidad de atención sanitaria.
El coste estimado de la hospitalización es de 400 € por día. Cuanto más tiempo de permanencia del paciente en el hospital, más susceptibles son a otras infecciones y a la pérdida de la condición física. Actualmente, también hay muchas más readmisiones urgentes de las necesarias porque los pacientes dados de alta no han seguido el curso de tratamiento prescrito. Así pues, la calidad de la asistencia sanitaria mejorará si los pacientes pueden ser tratados des de casa hasta que la hospitalización sea realmente necesaria.
Aumento de la responsabilidad personal del paciente
El riesgo para los pacientes que necesitan atención ambulatoria continua, incluidos los pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardíacas, es que pierdan el interés y se retrasen en el tratamiento. En algunos casos, esta pérdida de interés podría ser una aversión causada por el miedo o aversión al entorno clínico.
Los pacientes que reciben atención a distancia, informan que se sienten mucho más cómodos y familiarizados al interactuar con su asistente sanitario a través de su propio dispositivo en casa, y que, como resultado, están más comprometidos. También les tranquiliza que su equipo de atención médica esté «con ellos» cuando salen del hospital y la interacción regular les anima a asumir más responsabilidad por su propia salud. Esto reduce el incumplimiento de las instrucciones de tratamiento y por lo tanto la probabilidad de hospitalización.
Un estudio en los Estados Unidos nos informa que el uso de la teleasistencia con pacientes crónicos, permite reducir la tasa de rehospitalización en dos tercios. Una reducción similar en las estancias hospitalarias no planificadas se observó en un programa de atención a distancia para pacientes con los dispositivos EKG en Dublín.
La atención regular y el feedback que proporciona la atención a distancia también ayudan a reducir el número de citas perdidas, que son una carga significativa para los costes. En el Reino Unido, las citas perdidas cuestan alrededor de £ 1.000 millones al año.
Aumentar la capacidad de las enfermeras y los médicos
Las ventajas tecnológicas aumentan el confort y la comodidad para los pacientes y mejora significativamente la eficiencia en el sector sanitario.
El feedback del paciente durante el tratamiento proporciona una gran cantidad de datos que ayudan a los asistentes de salud a priorizar y tratar con precisión a los pacientes, gestionando así más eficientemente sus casos. En ocasiones, los encargados de la atención médica han logrado multiplicar por 15 su número de casos sin aumentar el volumen de trabajo.
El desarrollo de la tecnología, la inteligencia artificial y la automatización ayudará a la atención sanitaria a detectar anomalías a través de los datos. Será posible enviar mensajes automáticamente a los pacientes para recordarles que deben tomar su medicación y los pacientes podrán comunicar cómo se sienten, hacer sus ejercicios y simplemente mantener el contacto regular.
La recopilación de datos de todos los pacientes ayudará a las clínicas a dar un mejor tratamiento y más personalizado. Otro beneficio de gran trascendencia al reunir los datos de todos los pacientes es que los resultados de los tratamientos pueden analizarse para evaluar cuáles son más eficaces, y las lecciones aprendidas pueden utilizarse para mejorar la eficiencia y la calidad de la atención.
En resumen, la telesalud está cambiando la forma en que se gestionan los casos de los pacientes externos donde los médicos tienen que realizar un seguimiento de ellos para revisar su progreso, con la finalidad de que tengan más interés, asuman más responsabilidad de su propio cuidado y envíen su Feedback al sistema.
Esto reduce la sobrecarga de los médicos, disminuye el impacto físico y psicológico en el personal, ahorra costes y permite, en general, mejores resultados para los pacientes. Y el uso de la KI permitirá seguir aumentando la eficiencia.
